Gema Labayen
Pleamar
Como resultado de la atracción gravitatoria universal, cíclica e infinita, del constante movimiento elíptico entre Tierra, Sol y Luna, surge esta serie realizada sobre cantos de mar.
Aquí, las esculturas se presentan suspendidas en el espacio, funcionando así como una metáfora plástica de esta sintonía astral en constante movimiento, de la cual, el hombre también forma parte.